Hacemos eco de la campaña de Alternativa Antimilitarista MOC, Canarias por la Paz
Las entidades abajo firmantes vemos con preocupación cómo nuestras aspiraciones por una cultura de paz chocan con la promoción de una llamada “cultura de defensa” militar.
Nuestro archipiélago está siendo objeto de numerosas actividades que entendemos de remilitarización social, que incluyen a la infancia.
Citamos como ejemplo las numerosas intervenciones de unidades militares en fiestas populares y en eventos deportivos, la organización de maniobras y exhibiciones militares en espacios públicos, las anacrónicas juras de bandera, desfiles y actos como la celebración del Día de las Fuerzas Armadas, las exhibiciones aéreas con aviones de guerra, jornadas de puertas abiertas que incitan a las niñas y los niños a percibir las armas como juguetes, cuando estos son sus principales víctimas en las guerras.
La realización de estas actividades implican la colaboración y la puesta a disposición de recursos públicos, en un contexto de restricciones a la vida cultural.
Estas actividades de publicidad militar pretenden normalizar la presencia, la necesidad y legitimidad de los ejércitos, vendiéndolos como organizaciones benéficas esconden la misión militar de amenaza y ejercicio de la violencia del Estado en favor de los intereses de las minorías poderosas y justifican el crimen de la guerra y el armamentismo intentan contrarrestar el rechazo popular a las guerras de ocupación (Irak, Afganistán…) y la cooperación española con la OTAN en la guerra permanente contra los pueblos allanan el camino al reclutamiento de jóvenes desde que son niñ@s, y garantizan la continuidad del negocio armamentístico
En el ámbito educativo, cada vez se hace más difícil promover la educación para la paz y la noviolencia si colegios, institutos y universidades se encuentran abiertos a la publicidad militar. Las visitas escolares a instalaciones militares y la presencia de militares en las escuelas haciendo “orientación laboral” suponen una contradicción con los objetivos de la educación para la paz.
Por todo ello instamos a desobedecer a la guerra desde nuestras posibilidades, desde aquí.
Solicitamos a medios de comunicación, instituciones públicas, colegios, institutos, universidades y todo tipo de entidades a decir no a la cultura militar, a no prestar colaboración ni recursos con la preparación y la justificación de la guerra, y a boicotear el reclutamiento de nuestros jóvenes, para así poder realizar una verdadera educación para la paz que pasa por la crítica de las causas y de la ideología que hacen posible la guerra.
La guerra comienza aquí: ¡Parémosla aquí!
Más información: oiga.me